Jorge Oñate, uno de los más emblemáticos intérpretes del folclor vallenato, falleció este 28 de febrero, luego de sufrir serias complicaciones de salud tras contagiarse y superar el covid-19.
‘El Jilguero de América’, como también era conocido, venía recibiendo atención médica desde el pasado 23 de febrero en el Hospital Pablo Tobón Uribe, de Medellín, tras ser trasladado desde Valledupar.
Hay que recordar que el artista vallenato estuvo inicialmente desde el 18 de enero en el Instituto Cardiovascular del Cesar, donde le practicaron exámenes generales, entre ellos la prueba para descartar la enfermedad de covid-19, que reportó negativa en ese entonces.
Posteriormente, los especialistas le aplicaron un tratamiento para la infección respiratoria que hasta esa fecha decían era de origen bacteriano.
A los siguientes días, le realizaron un nuevo PCR que orientaría a los galenos a decidir el manejo médico para covid-19.
Tras complicarse su salud, el cantante fue ingresado el 22 de enero en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), del centro hospitalario, donde recibió ventilación mecánica invasiva por complicaciones respiratorias, a causa de una infección pulmonar aguda.
Jorge Oñate tenía 71 años, era oriundo del corregimiento de Robles, jurisdicción de La Paz (Cesar).
Desde muy temprana edad sintió el llamado del canto en medio de las parrandas vallenatas y, con ello, la música de esta región encontró una de las mejores voces.
«Dios ha sido mi norte. Siempre estaré agradecido. Me ha dado muchas bendiciones en diferentes aspectos de mi vida«
“Dios ha sido mi norte. Siempre estaré agradecido. Me ha dado muchas bendiciones en diferentes aspectos de mi vida, en el plano familiar y profesional. Esto me ha dado el impulso para abanderar la música vallenata”, comentaba con orgullo el artista.
Durante su prolífera carrera artística, alcanzó a grabar un compendio de canciones, muchas de ellas marcadas por la cadencia y la poesía del folclor vallenato, que reflejaba su estilo costumbrista.
«Era muy sensible. Lo admiré mucho por su voz. Quedará en nuestra alma para toda la
eternidad»
En ese recorrido musical, se destacan un centenar de temas exitosos como: ‘Mujer Marchita’ , ‘Nido de amor’, ‘Nací para quererte’, ‘Lloraré’, ‘Sanjuanerita’, ‘Ruiseñor de mi Valle’, ‘Nació mi poesía’, ‘Paisaje de sol’, ‘Lirio rojo’, ‘Un hombre solo’, ‘La gordita’, ‘Al otro lado del mar’, ‘Cuatro penas’, ‘Calma mi melancolía’, ‘Dime por qué’, ‘La contra’, ‘El cariño de mi pueblo’ y ‘Amar es un deber’, entre otras.
“Este folclor lo llevo en mis venas y he sido su mejor hijo”, solía decir en el marco de sus presentaciones musicales.
El legendario cantante también se hizo notorio tras grabar con varios reyes vallenatos: Miguel López, Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza, Raúl ‘El Chiche’ Martínez, Gonzalo ‘El Cocha’ Molina, Álvaro López, Fernando Rangel, Julián Rojas, Cristian Camilo Peña y con el rey de la canción inédita vallenata, Emiliano Zuleta Díaz. También grabó éxotos con Juancho ‘el Conejo’ Rois.
Su deceso generó reacciones en todos los ámbitos de la cultura local, regional, nacional e internacional.
Cantantes, músicos, periodistas, dirigentes políticos y seguidores también lamentaron el fallecimiento y expresaron sus condolencias a los familiares del artista.
“Era muy sensible. Lo admiré mucho por su voz. Quedará en nuestra alma para toda la eternidad. Siempre estaremos agradecidos por todo lo que entregó a este folclor”, expresó Gustavo Gutiérrez Cabello, compositor de música vallenata a quien Oñate le grabó varios temas musicales como, ‘Paisaje de sol’, ‘El cariño de mi pueblo’, ‘Calma mi melancolía’, ‘El amor no es duradero’, entre otras.
Su camino artístico comenzó en 1968, el mismo año que el Festival Vallenato que le debía su gran y esperado homenaje. El también conocido ‘Rruiseñor del César, hizo una carrera de más de cinco décadas de música y algunos paradigmas vallenatos rotos, que a la postre hicieron parte de su gran legado.
Después de muchos homenajes, pasando por el trofeo honorífico del Grammy Latino, Oñate se había preparado el año pasado para darlo todo en el Festival Vallenato. Había esperado mucho por ese tributo: cuando en el 2018, el Festival Vallenato anunció que el gran homenajeado sería Carlos Vives, el público saltó a gritar su nombre y el de figuras como Alfredo Gutiérrez. No porque Vives dejara de mercerlo, sino porque Oñate había sido primero. Al fin y al cabo, se trataba del Festival número 50, el que había nacido a la par con su carrera.
Con el aplazamiento del Festival 2020 -que a la postre se hizo a finales de septiembre-, el homenaje a Oñate quedó para este año , cuando Valledupar pudiera festejar a Oñate como se lo merecía, con las fiestas en todo su esplendor. Homenaje que ahora será póstumo.