La familia exige justicia mientras la Policía informó que aportan información a la Fiscalía.
Alejandro Morales, Frijolito, amaba todo lo que tenía que ver con los carros, era alegre y recochero. Pese a su corta edad, 16 años y tres meses, ya sabía manejar, pero no tenía los documentos para hacerlo. Sin embargo, eso no era impedimento para que pasara sus días montado en uno.
Era taquillero, de esos que recibe el dinero de los pasajeros que se suben a los colectivos de transporte informal en El Codito, en Usaquén, barrio donde vivía con sus cuatro hermanos, su mamá y su tío, Jaiden.
La tarde del pasado 18 de diciembre, Frijolito no fue a trabajar. El conductor del carro al que acompañaba decidió no salir ese día porque los operativos de la Policía se habían intensificado de manera especial esa semana.
Sin embargo, el inquieto joven se percató sobre un incidente en el que estaban involucrados algunos de sus amigos que sí habían sacado sus carros para trabajar, con uniformados que estaban en medio de operativos en la zona.
Todo empezó cerca al CAI Villa Nidia. Allí estaba retenido un conductor de una van blanca, al que Alejandro conocía, y a quien fue a respaldar. Jaiden, su tío, dice que la única mala decisión que tomó en su vida su sobrino, fue subirse a ese carro cuando el conductor decidió emprender la huida.
“Decidió subirse a la buseta, él estaba ahí, vio a los amigos que estaban peleando con la Policía y cuando vio que se iban a volar, hizo lo que hace un muchacho de 16 años, loco, y se montó al carro. Ellos pensaron que no iba a pasar nada, pero cuando llegaron a El Codito los estaba esperando la Policía”, narró Jaiden.
Según el testimonio de este hombre, en ese momento sonaron disparos, al parecer accionados por uniformados, y dos balas alcanzaron a Alejandro.
“La lesión es cuando llegan a El Codito, en la calle 183 con 3. Recibió dos impactos de bala en la parte de arriba de la frente, donde le dicen la mollejita a los bebés. Él cuando vio que la Policía estaba disparando, volteó a ver qué estaba pasando, al voltear fue cuando recibió los dos impactos de bala”, lamentó el tío de la víctima.
En videos publicados en redes sociales, se ven los angustiosos momentos en los que hombres de la Policía sacan del vehículo gravemente herido a Alejandro, y en medio de los gritos de desespero de su amigo, quien conducía la buseta. El joven fue trasladado al hospital Simón Bolívar.
Tras varias intervenciones, en las que le sacaron esquirlas, y tras ser inducido a un coma, a las 7 de la mañana del pasado sábado 26 de diciembre, la familia Morales recibió la noticia de que Frijolito había fallecido.
«Recibió dos impactos de bala en la parte de arriba de la frente»
“Como familia lo único que pedimos es que haya justicia. El que haya hecho esto, sea quien sea, que lo pague con cárcel, que no vaya a ver trabas, que sea algo muy transparente. Y que la Policía vea cómo hacen los procedimientos, porque perjudican mucho a la comunidad”, dijo Jaiden.
El mayor General, Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía de Bogotá, explicó ese día que las labores de sus hombres en el sector en contra del transporte informal se habían intensificado porque la misma comunidad se lo había solicitado a la Institución.
Según explicó, en uno de los retenes, uno de los conductores decidió emprender la huida llevándose por delante a cuatro uniformados, que resultaron heridos. Esta versión fue completada por el Coronel Nelson Quiñónez, comandante operativo de la Mebog, en reciente entrevista con EL TIEMPO.
“Es un procedimiento de Policía rutinario que se da con el transporte informal, se hace un control de Policía de Tránsito y se presenta un tema donde se aglomeran las personas, hacen bloqueos en la vía y de alguna manera causan lesiones a unos policía. Se presenta una confrontación y en el momento hay unas personas lesionadas y ya como quiera estamos haciendo un acompañamiento, aportando todo lo que tenga que aportarse a la Fiscalía para el esclarecimiento del hecho”, manifestó el oficial.
La noche de este sábado, se realizó una velatón en memoria de Alejandro en inmediaciones del CAI El Codito. La Fiscalía asumió la investigación de este caso.
Por: El Tiempo