Soledad, marzo de 2022. Para galardonar en un evento de premiación internacional con todos los méritos posibles que se les pueda reconocer a un arquitecto (a) o arquitectos (as) vivos, brilla el medallón de bronce que otorga cada año la fundación Hyatt.
Arquitectos (as) en plena actividad que hayan desarrollado y ejecutado proyectos de arquitectura y de urbanismo en cualesquiera de los espacios territoriales del mundo y que respondan a la soluciones pertinentes de una necesidad humana y cuyos resultados ofrecidos, nos entreguen un despliegue de combinaciones y cualidades de talento significativos, una mirada consistente que fortalezca el entorno a considerar en el diseño ejecutado y un compromiso abnegado con la vida, acciones que contribuyan al enriquecimiento social de la humanidad.
Un profesional así se hará merecedor del reconocimiento de la fundación Hyatt, delegada por la cadena hotelera norteamericana que lleva el mismo nombre, para la entrega del mayor premio de prestigio y reconocimiento internacional en la arquitectura y que se conoce como Pritzker y cuya ceremonia de entrega se ofrece anualmente en diversas ciudades y en recintos del mundo con mucho valor arquitectónico.
Este premio fue instituido por el fallecido magnate hotelero Jay y su esposa Cindy Pritzker en la ciudad de Chicago en 1978 en lo que hoy es la sede principal de la cadena de hoteles Hyatt —el premio, que es considerado por su magnitud internacional como un Nobel en cualquiera de sus distinciones que se entregan en Oslo, ha galardonado hasta la fecha a 43 arquitectos (as) en forma ininterrumpida—. Jay y Cindy consideraron, durante la creación del galardón, que “un premio significativo alentaría y estimularía no solo una mayor conciencia pública sobre los edificios, sino que también inspiraría una mayor creatividad dentro de la profesión arquitectónica”. Los Pritzker de igual manera son auspiciadores de actividades que tengan, dentro de sus propósitos transformadores, desarrollar nación con base en la educación, la ciencia, la medicina y la fundamental para cualquier país en su identidad propia: la cultura.
Hoy, la fundación Hyatt —tras el fallecimiento de Jay Pritzker, pionero-auspiciador e impulsor del premio Pritzker en 1999—, es liderada por su hijo Tom y su esposa Margot Pritzker, conservando los mismos lineamientos de sus propósitos fundacionales: un estilo de premiación parecido al de los premios Nobel, galardonando a los laureados en vida, que reciben una subvención de 100.000 dólares por la distinción entregada, un certificado de mención formal y, desde 1987, un medallón de bronce. Antes de ese año, se obsequió a cada laureado una escultura de Henry Moore de edición limitada. El medallón, entregado como recuerdo del evento, se basa en los diseños de Louis Sullivan, el famoso arquitecto de Chicago, generalmente reconocido como el padre de los rascacielos. Por el frente, está el nombre del premio. En el reverso, se inscriben tres palabras: “Firmeza, comodidad y deleite”, las cuales tienen por propósito recordar los principios fundamentales de la arquitectura, de acuerdo con el arquitecto romano Vitruvio.
En el reconocimiento entregado hasta el momento a 43 profesionales de la arquitectura —37 hombres y 6 mujeres— no ha resultado fácil para las caléndulas del Pritzker superar o igualar el número de distinciones recibida por sus colegas tulipanes. Como todo lo de la mujer y su lucha aguerrida en la historia para merecer un reconocimiento, han logrado sortear el abrumado peso de la masculinidad en este tipo de eventos, pero no desfallecen, fortalecen sus ganas y han surgido tal cual resurgió el ave fénix en mujeres como…
Zaha Hadid
Arquitecta y matemática iraquí, nacida en Bagdad y fallecida en Miami, Florida (1950 – 2016) fue galardonada en 2004, habiendo sido la primera mujer en conquistar el tan ansiado y disputado galardón por su empuje constante en sobrepasar los límites de la arquitectura y el diseño urbano. Su trabajo experimenta nuevos conceptos espaciales que intensifican los paisajes urbanos existentes y abarcan todos los campos del diseño, desde la escala urbana hasta los interiores y el mobiliario. Fundamentó sus formas arquitectónicas aplicando la filosofía del francés de origen argelino Jacques Derrida, en el análisis semiótico conocido como deconstrucción. Estos aspectos en la forma de hacer arquitectura tuvieron su reconocimiento en la recepción de entrega del premio otorgada a la caléndula arquitecta Zaha Hadid, en el importantísimo museo estatal del Hermitage en la ciudad de San Petersburgo, pieza arquitectónica de mucho valor histórico, ocupada como residencia por los zares rusos en su momento. Fue diseñado y construido por el arquitecto ítalo-ruso Francesco Bartolomeo Rastrelli en 1754-62.
Esta arquitecta bagdadí es reconocida mundialmente por algunas de sus obras seminales, como Vitra Fire Station (1993), Weil am Rhein, Alemania, Mind Zone en el Millennium Dome (1999) Greenwich, Reino Unido, un salto de esquí (2002) en Innsbruck, Austria y el Centro Rosenthal de Arte Contemporáneo (2003) en Cincinnati, Ohio.
Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa
En el año 2010 los distinguidos arquitectos japoneses comparten con una arquitecta el codiciado premio: ella, Kazuyo, es oriunda de la prefectura Ibaraki y é, Ryue, de la prefectura de Kanagawa. Ambos han diseñado un número considerable de edificios innovadores en Japón y el mundo, entre los que se incluyen el Centro de Aprendizaje Rolex en Lausana, Suiza; el Pabellón de Cristal del Museo de Arte de Toledo en Toledo, en Ohio; el nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York (Imagen destacada en este módulo, de https://wideprint.com.ar/arquitectura/); el Pabellón Serpentine de Londres; el Edificio Christian Dior en Omotesando, Tokio, y el Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI en Kanazawa que ganó el León de Oro en 2004 a la obra más significativa en la novena Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia.
Antes del premio Pritzker otorgado en la emblemática Ellis Island, fueron galardonados con la Medalla en memoria de Arnold Brunner de la Academia Estadounidense de Artes y Letras en 2002, de igual forma recibieron un premio de diseño del Instituto Arquitectónico de Japón en 2006 y el Kunstpreis Berlín de 2007 de la Academia de Artes de Berlín. Además, han presentado su trabajo en los Estados Unidos y Europa en exposiciones y como profesores invitados en numerosas universidades de prestigio.
La entrega del premio para estos dos arquitectos nipones se realizó en el Islote de Ellis del territorio norteamericano, en la sede de lo que fue antes, en varias ocasiones, un fuerte de deportación de municiones y centro de detención, siendo más famoso su papel como puerto de entrada para los inmigrantes que llegaban a territorio estadounidense.
Este Centro de inmigración se incendió en 1897, razón por la cual fue convocado, para su reconstrucción, un concurso público por las autoridades norteamericana. A la convocaría se inscribieron cinco firmas de arquitectura en el diseño y el ganador fue el estudio de la firma neoyorquina Boring and Tilton, que creó un nuevo contenedor arquitectónico de estilo renacentista francés. A esta nueva joya de la arquitectura construida, se le adicionaron otros edificios para labores de cocina, lavandería y hospital, también tuvieron en cuenta el plan paisajístico que pedía la creación de una nueva isla al sur, un embarcadero y extensas plantas ornamentales dispuestas en un estilo Beaux Arts.
En 1954, los servicios de Inmigración cerraron Ellis Island. En 1965, la isla fue declarada parte del monumento nacional de la estatua de la Libertad y estuvo abierta al público de manera limitada hasta 1984. Durante los últimos 30 años, Ellis Island ha sido objeto de importantes esfuerzos de arquitectura e ingeniería financiados por entidades públicas y privadas, y hoy el principal edificio de recepción es el Museo de Inmigración de Ellis Island. En este lugar significativo e histórico, se ofreció la ceremonia y la cena del Premio Pritzker de Arquitectura 2010.
Carme Pigem, Rafael Aranda y Ramón Vilalta
Siete años después de un predominio masculino sobre los premios entregados en el plano internacional, aparece en la escena de los galardonados del año 2017, el estudio de profesionales en arquitectura RCR Arquitectes, con sede en la ciudad de Olot, en la provincia española de Girona y se hace acreedor a tan apetecido laudo. Esta oficina la conforman tres arquitectos, entre ellos una mujer, catalanes que consideran fundamental en sus diseños a las esencias de las tipologías en algunos de sus proyectos, permitiéndoles explorar sus ideas distintivas de la arquitectura, informadas por el lugar y sus propias sensibilidades.
Pigem, Aranda y Vilalta han participado en innumerables exposiciones como el III Salón International de l’Architecture de París en 1990, la Bienal de Arquitectura de Venecia, años 2000, 2002, 2006, 2008, 2012, 2014 y 2016; MoMA’s On-Site: New Architecture in Spain, Nueva York, 2006; Global Termina en Toto Gallery MA en Tokio, 2010; y RCR Arquitectos. Creatividad Compartida en Barcelona, 2015 y Madrid, 2016.
Esta vez el contenedor arquitectónico y la ciudad elegida para la entrega del premio compartido es la casa de Huéspedes del estado japonés, también conocida como Geihinkan, ubicado en el exclusivo barrio de Akasaka en Tokio, Japón, que en un tiempo también fue conocida como el Palacio de Akasaka. Fue construido para el príncipe heredero del emperador japonés Mutsuhito en 1909. Este elemento de la arquitectura nipona presenta un estilo clásico ornamentado con interiores franceses y motivos tradicionales japoneses en artesanía. En 2009 fue designado como tesoro nacional arquitectónico, lo que llamaríamos en nuestra jerga colombiana como un bien de interés cultural —BIC—. Actualmente sirve como alojamiento oficial y lugar de reunión para los jefes de Estado y dignatarios internacionales visitantes.
Yvonne Farrell y Shelley Mcnamara
El 2020 sorprende al mundo de la arquitectura, la construcción y las artes al ser escogidas como las ganadoras del premio Pritzker dos maravillosas y risueñas caléndulas irlandesas, egresadas de la Escuela de Arquitectura del University College de Dublín (UCD). Allí recibieron las bases de su formación profesional de osados arquitectos racionalistas, que desafiaban el pensamiento y la cultura preexistente de la Institución de educación superior, destacándose de manera sobresaliente, lo que les generó ser nombradas como profesoras en propiedad en el 2015, una vez concluyeron sus estudios en 1976.
Ambas arquitectas han desempeñado sus funciones por más de 40 años como profesionales y educadoras y se reconoce el arte de sus trabajos en la arquitectura y su servicio constante a la humanidad, como nos lo muestran sus proyectos ejecutados.
Sus obras arquitectónicas levantadas en el territorio que las vio nacer, son reconocidas por sus intervenciones contextuales y modernas, que siempre están atentas, en grado sumo, a la historia de sus contextos, demostrando altos niveles de sensibilidad y artesanía.
Ellas consideran que su propuesta arquitectónica siempre busca “una arquitectura que se encargue de intensificar las relaciones de la arquitectura con su contexto”, y el jurado del evento internacional consideró que el trabajo de Yvonne Farrell y Shelley McNamara siempre ha girado en torno a los seres humanos. Su realidad y su sentido de escala y proporción les ayudó a generar espacios íntimos en entornos relativamente hostiles.
Entre sus proyectos importantes figuran el North King Street Housing (Dublín, Irlanda, 2000), Urban Institute of Ireland, University College Dublín (Dublín, Irlanda 2002), Solstice Arts Centre (Navan, Irlanda 2007), Loreto Community School (Milford, Irlanda 2006); Oficinas del Departamento de Finanzas (Dublín, Irlanda, 2009), la Facultad de Medicina de la Universidad de Limerick (Limerick, Irlanda 2012) y el Campus Universitario UTEC de Lima (Lima, Perú 2015) que fue galardonado con el primer Premio Internacional RIBA 2016 por el Royal Institute of British Architects (RIBA)
El virus letal de la Covid-19 interrumpió el ceremonial de entrega de los premios Pritzker en forma presencial, pero no detuvo el deseo de entrega de sus organizadores, que recurrieron a la red cibernética como medio de expresar en forma on line el reconocimiento de una destaca labor que ha de transformarnos como seres objeto de cambio.
Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal
Esta vez el premio internacional Pritzker 2021 recae sobre una caléndula francesa y un tulipán marroquí. Se conocieron a fines de la década del 1970 durante su formación profesional en arquitectura en la École Nationale Supérieure d’Architecture et de Paysage de Bordeaux y generaron su doctrina arquitectónica en unos sucesivos encuentros en África, influenciados por la belleza y la humildad de los recursos escasos dentro de los paisajes desérticos del país.
Aprenden mucho de la gente que vive en Níger, que construyen generalmente casi todo con nada. Son sorprendentes, encontrando recursos todo el tiempo, pero con optimismo, llenos de poesía e inventiva a partir de la enseñanza que les proporciona la forma de enfrentar la vida los nativos del lugar. Juran no demoler nunca lo que se puede redimir y, en cambio, procuran hacer sostenible lo que ya existe, respetando el lujo de la sencillez y proponiendo nuevas posibilidades. En Niamey, Níger, Lacaton y Vassal construyen su primer proyecto conjunto, una choza de paja, hecha con ramas de arbustos de origen local. Esta experiencia les vuelve la mirada a lo construido y su utilidad sostenible. Desde entonces demuestran su audacia mediante el diseño de nuevos edificios y proyectos transformadores.
A lo largo de tres décadas, han diseñado vivienda privada y social, instituciones culturales y académicas, espacios públicos y estrategias urbanas. La arquitectura del binomio de flores refleja su defensa de la justicia social y la sostenibilidad, al priorizar la generosidad del espacio y la libertad de uso por medio de materiales económicos y ecológicos. Rechazan tajantemente los planes de ciudad que piden la demolición de viviendas sociales en desuso, centrándose en cambio en diseñar desde adentro hacia afuera para priorizar el bienestar de los habitantes de un edificio y sus deseos unánimes de espacios más grandes.
Han sido galardonados con el Lifetime Achievement Award, Trienal de Lisboa en 2016, por la Fundación Mies van der Rohe y el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea en 2019
De ellos, los jurados de la fundación Pritzker en cabeza de su director Tom Pritzker conceptúan que “no solo han definido un enfoque arquitectónico que renueva el legado del modernismo, sino que también han propuesto una definición ajustada de la propia profesión de la arquitectura, las esperanzas y los sueños modernistas de mejorar la vida de muchos se revitalizan a través de su trabajo que responde a las emergencias climáticas y ecológicas de nuestro tiempo, así como a las urgencias sociales, particularmente en el ámbito de la vivienda urbana, lo logran a través de un poderoso sentido del espacio y los materiales que crea una arquitectura tan fuerte en sus formas como en sus convicciones, tan transparente en su estética como en su ética”.
La ceremonia de entrega de los premios Pritzker 2021 al igual que la anterior ceremonia 2020, fue frenada por las nuevas y mortíferas cepas de la Covid-19. Pero tampoco tampoco fueron óbice para su entrega virtual: se utilizaron de nuevo las ondas cibernéticas en línea y los ganadores fueron condecorados con el medallón de bronce que es el distintivo que identifica al ganador del concurso en forma virtual.
Hasta el momento, el evento que entrega los premios Pritzker lleva 43 ediciones y ese marco, seis hermosas caléndulas han logrado sortear la dura prueba de la selección para la escogencia del ganador. Sus respectivas condecoraciones las enaltecen y las suben al podio del reconocimiento mundial, en un mundo que no ha dejado de ser machista, violento y mezquino con esas delicadas e ingentes mujeres que han sabido encontrar en el arte de la arquitectura su más grande expresión de saber y humanidad para entregárselos a sus iguales.
Ellas devinieron, desde la arquitectura de su cuerpo en convulsión uterina para darles la vida a su visión y sus formas arquitectónicas.