Al igual que en los dos partidos pasados —ante Uruguay y Brasil—, el primer tiempo que jugó la selección Colombia frente a la de Ecuador dejó más dudas que certezas. No hubo magia en los pies de Juan Fernando Quintero ni desborde por las bandas. Tampoco hubo balones filtrados que dejaran mano a mano a los delanteros con el guardameta Alexander Domínguez. Los dirigidos por Gustavo Alfaro cumplieron siendo disciplinados, también quemando tiempo.
La primera opción clara de gol fue para los visitantes. En un tiro de esquina, cuando el cronómetro marcaba apenas el minuto 3, el defensor Piero Hincapié le ganó en el aire a los cafeteros, pero el fuerte cabezazo fue atajado por David Ospina, que, capa puesta, voló para evitar que la esférica fuera a parar al fondo de la red. Que el cancerbero antioqueño posara como protagonista puso en evidencia lo que le cuesta al equipo de Reinaldo Rueda el arranque de los partidos.
Colombia también estuvo cerca de anotar, gracias a un tiro libre de Juan Guillermo Cuadrado en el minuto 9 que despejó Domínguez. Luego, hubo pocas llegadas de lado y lado. Duván Zapata inquietó dos veces, en el minuto 22 y el 24, pero hasta ahí. No hubo ideas, tampoco sociedades. Luis Díaz poco gambeteó porque llegó a tener hasta tres rivales marcándolo. Un gesto de Quintero pidiendo a sus compañeros que se mostraran dejó al descubierto la imposibilidad de generar espacios.
Enner Valencia, Ángelo Preciado y Carlos Gruezo se tendieron en el césped, aduciendo molestias físicas, para que los segundos pasaran. Lo mismo hizo Domínguez en cada saque de meta. Entre la impotencia de los colombianos y la vivacidad de los ecuatorianos se acabó el primer tiempo.
Segundo tiempo
En la segunda parte, la selección Colombia salió con el ímpetu que quizá le hizo falta en los primeros minutos del compromiso, aunque hizo falta claridad en el último cuarto de cancha. A falta de ingenio con la bola al suelo, el combinado tricolor tuvo la oportunidad de abrir el marcador en el minuto 57, tras un tiro de esquina cobrado por Juanfer que Luchó Díaz cabeceó: el arquero ecuatoriano, en apariencia vencido, se encontró con la bola al frente suyo para atajarla.
Rueda, con el fin de darle otro tinte al partido, realizó dos sustituciones en el minuto 58: salieron Mateus Uribe y Rafael Santos Borré, de un actuar discreto, para darle paso a Gustavo Cuéllar y Radamel Falcao García. El Tigre inquietó en el área rival tan solo 120 segundos después, con un cabezazo en una jugada de tiro libre.
Entre el minuto 68 y el 70 Colombia generó dos opciones más: en un Domínguez le dijo a Duván Zapata “no” y en la otra, Lucho, por el afán de reventar el arco rival, no afinó la puntería. Acto seguido, hubo otros dos cambios: ingresaron Daniel Muñoz y Roger Martínez por Quintero y el Toro.
El momento dramático que no puede faltar en un partido de la selección llegó en el minuto 74: el Vikingo Cuéllar le cometió una falta a Gonzalo Plata que pitó el juez central, pero el VAR detectó que previo a ello hubo fuera de lugar. Los hinchas en el estadio metropolitano volvieron a respirar.
Domínguez volvió a brillar en el minuto 84, a Lucho le atajó frente a frente una pelota que en apariencia tuvo para acabar en el fondo de la red.
En el último suspiro del partido, en el 90+10, tras un saque de banda de Cuadrado, Yerry Mina anotó gol, pero fue anulado polémicamente por el VAR. El juez argumentó que había una mano del defensor colombiano antes de lograr meter el balón al arco de Domínguez.