La soledeñitud se celebró con memoria, con afecto y con alegría

Con memoria viva, gratitud y alegría colectiva, se celebró la jornada ‘Integración, Gratitud y Reconocimiento Arajo/2025’: armonía soledeña e identidad cultural reafirmada entre décimas, reconocimientos, butifarra, sopa y afecto compartido.

Por José Manuel Villarreal Gravini – Presidente fundación Arajo

Con asistencia de más de medio centenar de personas, en un ambiente festivo y familiar, la Fundación Arajo llevó a cabo su jornada ‘Integración, Gratitud y Reconocimiento/2025’, un encuentro que reafirmó el compromiso colectivo con la identidad cultural soledeña.

La cita fue el sábado 12 de julio en el acogedor Patio Tropical de Óscar ‘Muñeca’ Donado, donde la memoria, el afecto y la participación fueron protagonistas.

“¡Araaajo!, ¡Cipote integración!”, exclamó una de las asistentes, reconociendo que la jornada fue tan vibrante como la palabra Arajo, que resume el sentir de un pueblo y lo impulsa a seguir celebrando su cultura.

Inicio musical y bienvenida fraterna

La jornada se abrió con una ambientación musical a cargo de una selección de Jorge Orozco, que acompañó los saludos iniciales y preparó el ambiente para lo que sería un encuentro significativo.

El acto comenzó con las palabras de bienvenida de la presidencia de la Fundación Arajo, marcando el tono de fraternidad, gratitud y sentido de pertenencia que caracterizó toda la mañana.

‘Muñeca’, presente entre aplausos

Uno de los momentos emotivos fue el minuto de aplausos en memoria de Óscar ‘Muñeca’ Donado, recordado anfitrión de la Fundación. Su nombre fue evocado con afecto, recordando cómo en vida abrió generosamente las puertas de su patio y de su corazón a la cultura soledeña.

El minuto de aplausos generó un intercambio respetuoso en el grupo ‘Encuentros Arajo (GEA)’. Luis de Alba expresó su desacuerdo con los aplausos en actos póstumos, considerándolos fuera del ritual tradicional. Javier Higuita, por su parte, defendió la evolución de los símbolos, citando tradiciones afrocolombianas donde se celebra la muerte. Ambos puntos de vista enriquecieron la reflexión cultural compartida.

Famila Arajo, como la describe Hugo Gravini, nuevo socio honorario del grupo cultural soledeño.

Exaltaciones: gratitud y legado

En un acto solemne, la Fundación Arajo exaltó a diecisiete personas como nuevos Socios Honorarios, en reconocimiento a sus méritos, su ejemplo inspirador y su constante apoyo a las causas culturales y comunitarias. Fueron homenajeados Adalberto Alfonso Pacheco Pérez, Adolfo de Jesús Osorio Rudas, Carlos Alberto Rodríguez Polanco, Daneida Ortega Varela, David Humberto Barrios Aparicio, Deily Diana Donado Restrepo, Edinson Naranjo Varela, Fernando de Jesús Niebles Viana, Franco Luis Gravini Castillo, Heberto Manuel Rodríguez Lubo, Hugo Gabriel Gravini Polo, Jorge Luis González Cantillo, Jorge Manuel Orozco Africano, Juan Camilo Duque Sandoval, Maybell C. Brooks Yance, Óscar Camilo Serpa Reyes y Sandra Luz Cantillo Hoyos, quienes recibieron su resolución oficial de reconocimiento en un gesto cargado de simbolismo y gratitud colectiva.

Algunos de los homenajeados tomaron brevemente el micrófono para expresar palabras de agradecimiento, en intervenciones cargadas de efusividad y de adhesión tanto a la Fundación Arajo como a la posibilidad real de participar activamente en las manifestaciones culturales del municipio. Sus mensajes no solo reflejaron gratitud personal, sino también un genuino compromiso con el propósito colectivo, reafirmando el sentido de pertenencia y la hermandad que se respiraba en cada rincón del encuentro.

Voces que dan sentido

“Enmarcado en un ambiente festivo y de camaradería se llevó a cabo el evento… cargado de anécdotas, música y calidez”: Carlos Rodríguez Polanco.

“Este evento enriquece la cultura del municipio; convierte estos espacios en tertuliaderos naturales donde se conserva la memoria colectiva”: Adolfo Osorio Rudas.

“Fue un placer del carajo compartir ese dichoso momento con todos ustedes. Gracias eterna: Óscar Camilo Serpa Reyes.

“Más allá del reconocimiento, sentí el valor de la cultura compartida… me sentí parte de una red viva de memorias, luchas y alegrías”: Juan Camilo Duque Sandoval.

“¡Arajooo! Ese grito de identidad se sintió en cada rincón. Compartimos sopa, palabras del terruño y muchas risas. Fue una fiesta del alma”: Sandra Luz Cantillo Hoyos.

“Este reconocimiento me motiva a seguir trabajando con vocación, ética y compromiso por una sociedad más equitativa”: Edinson Naranjo Varela.

Otro grupo de asistentes al evento soledeño.

“Me siento orgulloso de pertenecer a la Fundación Arajo y de haber sido distinguido como socio honorario”, comento Evaristo Rolando, con la voz entrecortada.

“Con este reconocimiento, sentí la necesidad de tender puentes… por eso propuse una sinergia cultural entre la Fundación Arajo y nuestro colectivo, para sumar esfuerzos y visibilizar nuestras expresiones”: Daneida Ortega de 4Mujeres 4Expresiones.

Décimas, anécdotas y memoria viva

Uno de los puntos más celebrados fue la rifa cultural ‘Tu historia – tu décima’, con el decimero Danny Zora, quien improvisó en vivo una décima personalizada a partir de una palabra compartida por el ganador. Fue un homenaje a la oralidad que arrancó sonrisas, y aplausos.

En el espacio de micrófono abierto, varios asistentes compartieron vivencias, versos y recuerdos. Se destacaron especialmente las intervenciones de David Barrios Aparicio y Pablo Pérez, quienes, con elocuencia y humor, avivaron la memoria colectiva del grupo.

La animación musical corrió por cuenta del coleccionista Rodolfo Márquez, quien presentó un repertorio con piezas emblemáticas de autores y compositores soledeños.

Francachela, butifarra, despedida…

Como ya es costumbre en los Encuentros Arajo, no faltaron la sopa, la butifarra ni los abrazos. La jornada concluyó con una despedida abierta y cordial, donde la soledeñitud se expresó en fotografías, risas, canciones y promesas de reencuentro.

En GEA —Grupo Encuentros Arajo—, así expresa Pablo Pérez su entusiasmo por lo vivido en la jornada de integración.

Arajo: honra y compartir

Este evento reafirmó el papel de la Fundación Arajo como referente cultural y comunitario que honra el pasado, fortalece el presente y siembra futuro desde la memoria, el afecto y la participación activa. Una jornada que no solo exaltó trayectorias, sino que renovó el compromiso con lo colectivo, con esa fuerza que brota cuando la cultura se celebra con autenticidad.

Coletilla:

La Fundación Arajo expresa su agradecimiento a quienes contribuyeron al buen desarrollo de la jornada: a Luis Molina, por su apoyo en el sonido; a Evaristo Rolando, por su conducción y animación; a Rodolfo Márquez, por la selección musical y sus aportes en la disertación sobre identidad; y a Juancho De la Hoz, por el sancocho compartido. También a la señora Rosalba Restrepo, viuda de Óscar Donado, y a su hija Taty Donado, por su presencia y disposición permanente. Un reconocimiento especial al equipo logístico de Arajo, que con compromiso y discreción permanece siempre atento a las necesidades de los asistentes. Y, por supuesto, a David Barrios Aparicio y Pablo Pérez, cuyas intervenciones como narradores de anécdotas contribuyeron a mantener viva la memoria colectiva a través de la palabra sencilla y cercana.

¡Araaajo! ¡Tu presencia fue la esencia!

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